Aspirante demócrata Warren presenta plan para quitar poder a grandes firmas tecnológicas
La senadora y aspirante a la candidatura demócrata a la presidencia Elizabeth Warren presentó el viernes una propuesta para achicar a las grandes compañías tecnológicas en Estados Unidos porque considera que tienen «demasiado poder».
«Las grandes compañías tecnológicas actuales tienen demasiado poder», estimó Warren, una feroz crítica de Donald Trump y también de los excesos del capitalismo, que se lanzó en diciembre en la carrera a las primarias demócratas rumbo a la Casa Blanca.
«Demasiado poder sobre nuestra economía, nuestra sociedad y nuestra democracia», escribió la senadora en un blog en Medium, previo a un mitin en Nueva York donde tenía previsto hablar sobre su plan.
Como presidenta, abogaría por una legislación que designe a las grandes empresas online con ingresos de 25.000 millones o más como «plataformas de servicios públicos». Esa ley les impediría ser al mismo tiempo propietarias de la plataforma y de cualquier empresa que opere en ella. Esas plataformas tampoco podrían compartir o transferir datos a terceros.
La senadora por Massachussetts dijo que designaría a funcionarios antimonopolio «comprometidos con revertir fusiones tecnológicas ilegales y anticompetitivas», entre ellas las adquisiciones concretadas en los últimos años por Amazon, Facebook o Google.
«Ellos demolieron la competencia, utilizaron nuestra información privada con fines de lucro e inclinaron el campo de juego contra todos los demás. Y en el proceso perjudicaron a pequeñas empresas y ahogaron la innovación».
La senadora dijo que buscará específicamente deshacer la adquisición por parte de Amazon de la cadena de tiendas de comestibles Whole Foods y las zapaterías Zappos; las de Facebook, que se hizo con WhatsApp e Instagram, así como la incorporación de la empresa de anuncios DoubleClick y la aplicación de navegación Waze por parte de Google.
«Desarmar estas fusiones promoverá una competencia saludable en el mercado, que pondrá presión a las grandes compañías tecnológicas para que sean más receptivas a las preocupaciones del usuario, entre ellas sobre la privacidad», escribió.
La propuesta llega en medio de un creciente movimiento «techlash» en Estados Unidos, de las personas que se sienten decepcionadas por la tecnología que utilizan, y que se oponen a las empresas que han crecido y se han convertido en las más valiosas del mundo, ante la preocupación por el uso de información privada de los usuarios.
Es por eso que esta ofensiva ilustra más ampliamente el debate que se está librando en Estados Unidos sobre la necesidad o no de regular.
Los gigantes tecnológicos, que tradicionalmente se encuentran ubicados en un eje ideológico más bien cercano a los demócratas, se encuentran ahora en un fuego cruzado con ambos lados del espectro político.
Estas grandes empresas mantienen una relación ambivalente con el presidente republicano Donald Trump, quien ha criticado a varias de ellas, como Amazon o Google, pero les permitió también aprovecharse de una baja de impuestos votada a fines de 2017.
El plan de Warren generó una inmediata reacción de ambas partes en el tema.
El gremio que agrupa a las tres empresas citadas por Warren, la CCIA, refutaron su análisis.
«La propuesta injustificada y extrema, que se enfoca en un sector altamente admirado y de alto desempeño, está mal alineado con valores progresistas, muchos de los cuales son compartidos en la industria tecnológica», dijo el presidente de CCIA, Ed Black
Robert Atkinson, presidente de la Fundación para la Información e Innovación Tecnológica, un think-tank que sigue al sector, dijo que el plan «no es a favor del consumidor». «Refleja una loca ideología de ‘lo grande es malo, lo pequeño es bueno'», añadió.
«La propuesta ignora el hecho de que muchos de los servicios que las grandes compañías tecnológicas ofrecen ahora gratis solían costarle dinero a los consumidores», apuntó.
«Desmembrar grandes compañías de internet sólo porque son grandes no ayudará a los consumidores».
Sin embargo, Matt Stoller, del Open Markets Institute, un grupo centrado en la competencia en el sector tecnológico, dijo que el plan era largamente esperado.
«El plan de @ewarren para deshacer fusiones y conflictos de interés es el acercamiento ‘moderado’. Tengan en cuenta que la ley Sherman (antimonopolio) no es sólo una legislación civil, sino criminal. La monopolización es un delito», tuiteó.
Por su parte, Charlotte Slaiman, del grupo de consumidores Public Knowledge, saludó la propuesta.
«Las plataformas digitales como Amazon, Google y Facebook permitieron que las empresas florecieran, pero esto les concedió un poder significativo sobre cómo hacen negocios las compañías», señaló.
«Nos preocupan mucho las situaciones en las que una compañía tiene vía libre para controlar el campo de juego en el que compite».