Multinacionales advierten que no se derogue reforma laboral
Por: M. Valverde. Madrid
Las multinacionales instaladas en España han comunicado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, su rechazo a que se derogue la reforma laboral que aprobó el Ejecutivo del PP en 2012, y que tanta polémica está causando con la patronal CEOE. «Consideramos que el momento actual no es idóneo para poner en marcha las reformas de calado que se han anunciado, que requieren reflexión y diálogo por parte de todos los agentes sociales», argumenta la asociación Multinacionales por la Marca España, que reúne a cerca de cincuenta grandes compañías.
En su rechazo a la derogación de la reforma laboral del PP, los empresarios de las multinacionales recalcan a Sánchez que «la incertidumbre es el peor enemigo de la inversión extranjera. Es necesario impregnar al sistema económico de seguridad jurídica y estabilidad regulatoria que aseguren la atracción de inversión y un entorno favorable al desarrollo de la actividad empresarial». Así se recoge en el documento que Multinacionales por la Marca España ha enviado al jefe del Gobierno, con 70 propuestas, titulado, Ante la recuperación de la crisis sanitaria. Prioridades del Gobierno: un entorno que facilite la resiliencia .
La propuesta de los empresarios al Gobierno se produce en medio de la polémica causada por el acuerdo que el PSOE y Unidas Podemos, la coalición de Gobierno, firmó el pasado 20 de mayo con EHBildu para derogar «íntegramente» la reforma laboral que hizo el PP en 2012. El acuerdo tenía como objetivo el apoyo de la coalición vasca a la quinta prórroga del estado de alarma. El pacto provocó las protestas y la decisión de la CEOE de suspender su presencia en el diálogo social. El acuerdo fue desautorizado de forma contundente por Nadia Calviño, vicepresidenta de Asuntos Económicos.
El documento de Multinacionales por la Marca España es muy importante teniendo en cuenta que, entre los socios de esta asociación, están empresas de la dimensión de Airbus, Amazon, Bayer, CocaCola, EY, Huawei, British Telecom, Facebook, Google, HSBC, IBM, Leroy Merlin, Michelin o Siemens.
El mensaje de los empresarios al Gobierno se produce en plena polémica por las decisiones de Alcoa y Nissan de trasladar su producción fuera de España. Por eso es importante destacar el malestar de las multinacionales con algunas decisiones recientes del Ejecutivo que marginan a sus sedes en España. «Mientras dure la crisis hay que asegurar que las medidas urgentes que se tomen [por parte del Gobierno] no perjudiquen la inversión necesaria para la urgente recuperación futura», dicen las empresas.
Marginación
En este sentido, las multinacionales protestan porque el Gobierno haya apartado de los beneficios de la cobertura de los ERTE a las empresas que tienen su matriz en países que puedan ser considerados como paraísos fiscales. O también que el Ejecutivo haya puesto en marcha el impuesto conocido como la tasa Google para que tributen más en España las grandes multinacionales tecnológicas. «Hay que evitar medidas que puedan retraer la inversión de capital o la pérdida de confianza de los inversores internacionales». Así, destacan como inconvenientes que ha puesto el Gobierno a estas empresas los siguientes: «El condicionamiento de ayudas a marcos fiscales o limitaciones de beneficios diferenciales por procedencia nacional o sectorial de la inversión como, por ejemplo, supeditar los ERTE a los beneficios de las empresas o los impuestos específicos a determinados servicios digitales, que tanto han contribuido a la dinamización de la economía y a la creación de puestos de trabajo de alto valor añadido».
Igualmente, las multinacionales piden al Gobierno que también las tenga en cuenta en la financiación y la dotación de liquidez para salir de la crisis causada por la pandemia. «Hay que enfrentar los problemas de liquidez de las empresas, también de las multinacionales, y sin olvidar a las pequeñas y medianas empresas y a los autónomos». Las grandes empresas extranjeras instaladas en España quieren participar del aplazamiento de las cargas fiscales, «con la suspensión de las obligaciones de pagos a las administraciones en impuestos, como el de sociedades, cotizaciones sociales y tasas». En este sentido, el documento contiene una amplia batería de reivindicaciones de rebajas fiscales y de reproches indirectos al Gobierno por sembrar la incertidumbre con sus anuncios. Así, los empresarios advierten al Ejecutivo de que «hay que hacer una reforma integral del sistema fiscal que equipare a España con los países con los que compite internacionalmente». Por lo tanto, «asegurar un modelo [fiscal] estable y con seguridad jurídica, evitando medidas que reduzcan la competitividad global y que creen un ambiente de incertidumbre que desincentive la inversión en España».
Las multinacionales aconsejan así al Gobierno que espere a que haya una decisión en la Unión Europea o en la OCDE para armonizar tasas como las que pretenden gravar a las grandes multinacionales tecnológicas, la llamada tasa Tobin, sobre las transferencias financieras o los impuestos al medio ambiente. También piden mayor eficiencia en la lucha contra el fraude que permita «reducir la tributación empresarial».
Artículo publicado en Expansión