China debe reformar su modelo educativo para convertirse en el centro mundial de estudiantes
Adaptación al castellano de artículo publicado por Ellie Bothwell en Times Higher Education
Si China quiere convertirse en el país líder en educación internacional a mitad de este siglo debe mejorar la integración de los estudiantes extranjeros en sus campus y darles mayor sentido de responsabilidad. Así lo asegura un estudio publicado en la revista Higher Education Research & Development.
El documento, basado las reflexiones de 39 empleados universitarios chino después de un periodo de prácticas educativas internacionales en Canadá, afirma que las instituciones educativas en China tienden a tratar a los estudiantes internacionales como un grupo separado. Los estudiantes extranjeros, por ejemplo, no forman parte de un departamento académico, sino que están inscritos en una facultad de educación internacional, la cual «alberga a todos los estudiantes internacionales bajo un mismo techo». De esa manera, afirma la investigación, esa facultad se convierte en un campus pequeño dentro de un campos grande.
El estudio también crítica la función de “niñeras” que asumen los asesores estudiantiles en las universidades chinas, ellos gestionan todos los asuntos relacionados con sus estudiantes: les recuerdan, por ejemplo, cuándo expiran sus permisos de estudio y los contactan si faltan a su dormitorio durante la noche.
Son por esos motivos que el estudio recomienda una transición hacía un nuevo modelo de educación de estudiantes internacionales si se quiere alcanzar el objetivo de ser el destino académico favorito para los estudiantes internacionales en 2049. Así, las universidades chinas deben pasar a un «modelo convergente en la gestión de estudiantes internacionales», en el que los estudiantes internacionales estén mejor integrados con sus pares nacionales, y la transición de un enfoque de arriba hacia abajo centrado en los estudiantes.
Esto permitiría a China aumentar incrementar la educación internacional. Un enfoque de no intervención requiere menos recursos y brindaría a los estudiantes «el espacio y la libertad para desarrollarse de manera independiente y aprender de sus errores e incluso fracasos», agrega.
Sin embargo, Wei Liu, administrador del programa de Desarrollo del Liderazgo Académico Global de la Universidad de Alberta y coautor del documento, dijo que ya existía una política gubernamental abierta para integrar mejor la educación internacional en China, pero que el modelo existente no debería rechazarse por completo.
«Subyacentes a los dos modelos diferentes [en China y Canadá] hay dos culturas diferentes en el desarrollo estudiantil, y el enfoque chino para el desarrollo estudiantil donde la universidad asume más responsabilidad por el éxito estudiantil tiene sus ventajas y debería mantenerse», dijo.