Se inician propuestas de candidatos para abordar el problema climático
La necesidad de abordar el asunto climático con la urgencia e importancia que tiene hace que diferentes canteras políticas presenten sus propias ideas al respecto. Por ejemplo, el gobierno en funciones ya ratificó su posición al respecto con la propuesta de Ley de Cambio Climático.
Desde que el Consejo de Ministros aprobara a inicios de este año la propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica que lidera Teresa Ribera de un paquete de medidas para colocar a España en la senda de un “progreso sostenible” y que “garantiza la solidaridad”, el actual gobierno en funciones plantea consolidarlo y hacerlo efectivo en la eventualidad de un nuevo gobierno.
Manifiestan que su planteamiento hará frente al cambio climático, generando nuevas oportunidades y empleos y modernizando la economía. «En palabras de la ministra, la Ley de Cambio Climático y Transición Energética y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima tendrán “efectos positivos” para “la justicia social, el medio ambiente y la salud de las personas”.
Por su parte, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, prometió, los últimos días, «recoger» en su proyecto político de cara a las próximas elecciones, «el desafío» de los jóvenes en su lucha contra la crisis climática e impedir «las puertas giratorias» que conducen a los políticos a puestos directivos en grandes eléctricas.
El líder de Unidas Podemos acusó a numerosos representantes y exdirigentes del PP y también del PSOE, además de otros grupos, de ser ellos el principal problema en la lucha contra la crisis climática, con su paso directo a modo de “puertas giratorias” desde el Gobierno a los consejos de administración de las grandes multinacionales eléctricas, cuando terminan sus mandatos políticos.
Se pueden hacer bien las cosas cuando hay “voluntad política”, ha añadido, tras valorar las medidas de contención del tráfico en ciudades como Madrid con al anterior Gobierno municipal para reducir la contaminación.
También ha destacado el ejemplo del ayuntamiento de Barcelona frente a la eléctrica Endesa, trece veces sancionada por saltarse la legislación en materia de pobreza energética. Desde Greenpeace, su director, Mario Rodríguez, ha pedido a Iglesias con la vista puesta en las próximas elecciones una reforma fiscal de “arriba a abajo” que redistribuya la riqueza tanto en la parte verde como en la no verde, acabar con “las mafias” del agua, que es un recurso vital, acabar con la especulación del suelo y una nueva ley de Costas.
Por su parte, el Partido Popular también tiene su propia opinión al respecto. Una de las propuestas consiste en impulsar una reducción de emisiones para hacer cumplir los objetivos marcados por España para el año 2030, aunque “teniendo en cuenta las circunstancias económicas, industriales y de aislamiento energético de España”. Con esta finalidad, manifiestan dar preferencia a las opciones energéticas que cumplan con los objetivos de reducción de emisiones al menor coste posible, “asegurando que la energía de hogares y empresas sea la más asequible en cada momento”. Asimismo, se potenciaría la relación entre todas las administraciones y la industria para levantar acciones en materia de contaminación, clima y energía evitando rupturas de la unidad de mercado y desigualdad entre españoles.
En la eventualidad de un gobierno del PP, se desarrollaría un Plan Nacional de Energía y Clima 2021-2030 que fije las políticas y medidas que deben aplicarse para alcanzar los objetivos acordados en la Unión Europea; pero se tendrá en cuenta a los sectores más vulnerables por la transformación a una economía baja en carbono. También impulsaría un Pacto de Estado para conseguir un mix energético estable a 40 años “que permita cumplir los objetivos de seguridad del suministro, cambio climático y precio de la energía”, así como el Plan Talento Energía y Clima, por el que potenciaría “la financiación de la I+D+I en transición a una economía verde y adaptación al cambio climático”.
Aunque confirman la necesidad de aprovechar las opciones renovables “que ya son competitivas”, no renunciarían “a otras tecnologías que aún son útiles a nuestro país”. Apuestan por trabajar con el resto de países europeos para dotar a nuestro país “de las infraestructuras de conexión que nos permitan acceder en condiciones de igualdad a los mercados europeos” que dé pie a “una energía asequible y competitiva”.
Aunque no recogen ninguna medida en autoconsumo, sí señalan que eliminarán los impuestos de generación e impulsarán políticas encaminadas en la reducción del precio de la luz de los hogares y empresas. En el apartado de la movilidad sostenible, el partido liderado por Pablo Casado rechaza las prohibiciones a los vehículos de combustión, teniendo que ser “la evolución tecnológica y las decisiones de los consumidores los marquen el ritmo de sustitución de unas tecnologías por otras”. Por el contrario, recogen ayudas para la instalación de infraestructuras de recarga y los recursos destinados a la financiación de vehículos eléctricos.
Se aprovechará, afirman, aquellos ingresos adicionales obtenidos del aumento de los derechos de emisión de CO2 en los mercados europeos para regular la fiscalidad de la energía, “rebajando así en cada momento del tiempo la factura energética de la industria.