El conocimiento indígena puede ayudar a resolver la crisis de biodiversidad
Un interesante informe, publicado en SCIENTIFIC AMERICAN, afirma que «las personas que viven de la tierra dependen de mantener los ecosistemas intactos, y los científicos están aprovechando su experiencia única».
Las Naciones Unidas publicaron recientemente un informe preliminar que advierte que la biodiversidad mundial está disminuyendo a un ritmo sin precedentes, con aproximadamente un millón de especies actualmente en riesgo de extinción. Sin embargo, el informe señaló que la biodiversidad está disminuyendo a un ritmo significativamente más lento en las tierras gobernadas por pueblos indígenas, lo que demuestra su éxito como administradores de su entorno natural. La biodiversidad describe la diversidad genética dentro y entre especies y es parte integral de la salud y la resiliencia de los ecosistemas.
Una disminución de la biodiversidad tendrá un impacto negativo en los humanos de varias maneras diferentes, que van desde la seguridad alimentaria hasta la calidad del agua. Considerando esto, es imperativo que el conocimiento indígena juegue un papel integral en la lucha para proteger nuestro sagrado bioma global.
Los pueblos indígenas de todo el mundo han vivido en armonía con sus tierras tradicionales durante generaciones, viviendo de la tierra y sus recursos, manteniendo la integridad del ecosistema. Para los pueblos indígenas, la sostenibilidad es una necesidad, ya que sin ella sus propios medios de vida están en riesgo. El conocimiento y las prácticas ecológicas tradicionales han tenido tanto éxito que, aunque las tierras indígenas representan menos del 22 por ciento de la superficie terrestre del mundo, sus territorios tradicionales albergan aproximadamente el 80 por ciento de la biodiversidad del mundo . Esto ha llevado a una creciente apreciación por el valor del Conocimiento Ecológico Tradicional (CET) en la promoción de la gestión sostenible de la tierra y el descubrimiento científico y en el suministro de datos ambientales para apoyar las estrategias de adaptación climática.
Cada vez más, CET está siendo reconocido como un complemento de la ciencia moderna en el apoyo a la gestión sostenible de la tierra y los recursos. Es el producto del profundo conocimiento de los pueblos indígenas sobre su medio ambiente, que ha evolucionado a lo largo de muchas generaciones. Las prácticas de manejo tradicionales, como la quema ritualizada de vegetación para mejorar la productividad del suelo, son importantes tanto cultural como ecológicamente. A pesar de una historia de marginación de los grupos indígenas, el gobierno de Australia reconoció la fortaleza del conocimiento indígena en la gestión del medio ambiente natural al establecer 75 áreas protegidas indígenas en la década de 1990.
En estas áreas, los pueblos indígenas se encargan de la gestión y preservación de sus tierras. Además de servir como un componente clave de la estrategia de preservación de la biodiversidad de Australia, el programa de Áreas Protegidas Indígenas ha otorgado importantes beneficios económicos y culturales para las comunidades indígenas.
CET también puede revelar información valiosa sobre las complejidades de los sistemas ambientales. Al aprender de siglos de cuidadosa observación y comprensión de las prácticas tradicionales de los pueblos indígenas, los científicos pueden avanzar en su comprensión de los sistemas naturales. Por ejemplo, los agricultores indígenas de los Andes bolivianos y peruanos pronosticaron con éxito los patrones climáticos al observar el tamaño y el brillo del cúmulo estelar de las Pléyades.
Al observar las prácticas de estos agricultores indígenas, los científicos descubrieron un vínculo entre El Niño y la capa de nubes troposféricas que los científicos no conocían anteriormente. Este descubrimiento, y muchos otros resultantes del conocimiento tradicional de los pueblos indígenas, demuestra el importante papel que el conocimiento ecológico tradicional tiene que desempeñar en nuestra comprensión y gestión colectiva del medio ambiente.
El cambio climático ya está cambiando las condiciones ecológicas y es un contribuyente significativo a la actual crisis de biodiversidad en curso. Las comunidades indígenas son particularmente vulnerables a los cambios relacionados con el clima debido a su estrecha relación y dependencia de ecosistemas locales pero a menudo frágiles. Para mejorar la capacidad de recuperación a largo plazo de las comunidades indígenas frente a un clima cambiante, será imprescindible identificar cambios relacionados con el clima y desarrollar estrategias de adaptación efectivas. Hay una oportunidad significativa de utilizar CET para avanzar en la resiliencia climática. Primero, CET puede establecer datos ambientales de referencia en regiones donde el monitoreo ambiental ha sido limitado o inexistente.
Con una mejor comprensión de las condiciones históricas, los científicos y otras partes interesadas están preparados para comprender mejor los cambios inducidos por el clima. En segundo lugar, las comunidades indígenas han detectado, enfrentado y respondido al cambio ambiental durante siglos. El despliegue de la comprensión tradicional de la gestión del cambio ambiental debería servir como complemento de la ciencia moderna en el desarrollo de estrategias de adaptación climática.
Dada la emergente crisis de biodiversidad, el desarrollo de estrategias efectivas para gestionar y conservar los ecosistemas naturales es cada vez más importante. A escala nacional y mundial, los esfuerzos de conservación ambiental y la acción contra el cambio climático se han quedado cortos en gran medida. El 7 de agosto de 2019, las Naciones Unidas publicaron un informe adicional que detalla la degradación de la tierra inducida por el clima y los desafíos de seguridad alimentaria que se espera que surjan a medida que el planeta continúa calentándose. Es importante destacar que el informe enfatizó la importancia de involucrar a los grupos indígenas en el manejo de la tierra y las prácticas agrícolas, y señaló que el conocimiento indígena puede ayudar a superar los cambios inducidos por el clima.
La inclusión de los pueblos indígenas en la gestión ambiental presenta una oportunidad importante para aprender de generaciones de observación cuidadosa al tiempo que refuerza el derecho de los pueblos indígenas a usar, acceder y actuar como administradores de sus tierras tradicionales. La gobernanza ambiental se fortalece con un número creciente de iniciativas de colaboración que apuntan a incluir las perspectivas y el conocimiento de los pueblos indígenas para mejorar la conservación y el manejo ambiental.
En el futuro, los gobiernos y los administradores de recursos deben priorizar el desarrollo continuo de plataformas colaborativas e iniciativas de gestión que promuevan la incorporación de CET en la gestión ambiental y reconozcan los derechos de los pueblos indígenas en la gobernanza ambiental inclusiva