Nutrición con microalgas como impulso corporativo de Unilever

Por I. Alvarez

La compañía de alimentación Unilever se ha aliado con la startup Algenuity, especializada en el desarrollo de microalgas para productos de consumo, en una clara apuesta por la alimentación de productos a base de proteína vegetal. Con ello busca responder a las demandas de un creciente mercado vegano y aprovechar que el fondo del mar es una gran fuente de nutrientes para las personas aún sin explotar, como sí ocurre con la pesca.

En virtud de esta alianza, Algenuity trabajará en el equipo de I+D+i de Unilever, dentro de su división Food & Resfreshments, con el fin de explorar nuevas formas de llevar al mercado comestibles elaborados con microalgas, que pasarán a formar parte de la cartera de productos vegetales de la empresa, propietaria de marcas como Knorr, Hellmann’s, Lipton o Frigo.

En Unilever sostienen que «el desarrollo de fuentes alternativas a la proteína animal, como las microalgas, representa un importante paso adelante en el cambio hacia un sistema alimentario equilibrado y respetuoso con el medio ambiente». Piensan también que «las microalgas, uno de los ingredientes del futuro, constituyen una importante alternativa ante la necesidad de impulsar un cambio hacia un sistema alimentario más justo y equitativo, debido al gran impacto para el planeta que genera el consumo de proteína de origen animal».

Dar de comer a todo el planeta

Según la empresa, en 2050 el mundo necesitará producir un 70% más de alimentos para dar de comer a 10.000 millones de habitantes. «En este contexto, la alimentación a base de proteína vegetal será decisiva, por lo que Unilever lleva tiempo enfocando su estrategia en la alimentación plant-based, con nuevas marcas a base de proteína vegetal, como de The Vegetarian Butcher, lanzada recientemente en España para el canal de restauración».

La microalga en la que se está trabajando es la denominada Chlorella vulgaris, un alga verde comestible y ampliamente reconocida por expertos de todo el mundo como una enorme fuente de proteínas vegetal y fibra. Esta alga, cuya huella medioambiental es muy baja, aseguran en la compañía, posee una serie de nutrientes beneficiosos y adicionales que incluyen antioxidantes, vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales. «A pesar de haberse consumido en todo el mundo durante muchos años, su color verde y sabor amargo, debido al alto contiendo en clorofila, han constituido una barrera para su inclusión en las dietas convencionales», lamentan desde Unilever.

Para superar las citadas limitaciones, Algenuity ha desarrollado una tecnología innovadora, gracias a la cual se reduce significativamente el contenido de clorofila de esta microalga, a la vez que se retienen todos sus ingredientes naturales. «Esta importante innovación», subrayan desde la multinacional de alimentación britániconeerlandesa, «constituye un potencial enorme en la inclusión de la chlorella vulgaris en el campo de la alimentación y bebidas, ya que brinda la oportunidad de desarrollar nuevos alimentos proteicos sostenibles que satisfagan la gran demanda de los consumidores de alimentos nutritivos y con un buen sabor».

«Las microalgas son una alternativa a la proteína convencional, con mucho potencial, todavía por explorar, que sin duda jugarán un papel importantísimo en relación con los nuevos modelos de alimentación, cada vez más orientados hacia el consumo de productos de origen vegetal», asegura Xavier Mon, vicepresidente de Food & Resfreshment de Unilever España, quien concluye: «Tenemos muchas ganas de trabajar codo con codo con Algenuity para hacer que los alimentos a base de microalgas sean comunes a nuestra dieta».

Por su parte, Andrew Spicer, consejero de Algenuity, considera que su colaboración con Unilever permitirá proporcionar a la alimentación nuevos ingredientes vegetales sostenibles naturales, no transgénicos, ricos en proteínas y con sabores neutros. «Además, también son aptos para veganos y, por lo tanto, muy atractivos para el consumidor actual, que busca cada vez más alimentos de origen vegetal con beneficios funcionales adicionales».

En el centro tecnológico valenciano Ainia, donde se desarrollan alimentos destinados a la mejora la calidad de vida de las personas, recuerdan que las algas marinas tienen una dilatada historia como alimentos, piensos y fertilizantes. «Sin embargo, las microalgas adquieren importancia a partir de los años cincuenta, siendo la chlorella y la spirulina las más explotadas. En este momento se emplean 200 especies de microalgas para usos diversos, como la alimentación humana. En la actualidad su valor nutricional está básicamente explotado como suplemento alimenticio y nutracético». En Ainia resaltan que las microalgas están posicionadas en el mercado como fuente de proteínas de alto valor nutricional y gran biodisponibilidad. Este centro de I+D desvela que el mercado de los compuestos obtenidos de las microalgas (colorantes, omega 3, etc.) ha aumentado cinco veces su tamaño desde el año 2000.

Dentro de su apuesta por las opciones vegetales, la compañía quiere desarrollar nuevos alimentos de alto valor proteico y sostenibles, que, además, sepan bien y satisfagan las demandas del consumidor.

Publicado en El Economista

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