Europa debería dinamizar desarrollo y alianzas para acceder a tierras raras y litio
El día de ayer jueves 25 se llevó a cabo una interesante conversación entre Asa Borssen, cofundadora del canal de noticias en recursos naturales y energía HighGrade y Miguel Castañeda Loayza, Director General del Centro de Investigación, Sustainability Worldwide Center 2050 y la Escuela de Graduados Catalyst Sustainability Graduate School. A continuación presentamos una ampliación de esta entrevista desarrollada por Lola Berna, coordinadora e investigadora principal de este Centro de Estudios a Miguel Castañeda. El día de mañana pasaremos la parte de la entrevista desarrollada a Asa Borssen.
Sabemos que están desarrollando una investigación global sobre recursos naturales y gestión de la energía futura, ¿cuáles han sido los principales hallazgos?
Nosotros tenemos un proceso de investigación a través de SWC2050, nuestro Centro de Investigación, instalado aquí en BCN, el cual aborda los asuntos globales de la sostenibilidad. En ese marco, vemos diversos temas, ya que los procesos que involucran la gestión de la sostenibilidad son bastante amplios. Uno de estos temas es el asunto de la energía del futuro y su implicancia con los recursos naturales del sector extractivo. En estos aspectos trabajamos desde el despliegue de las industrias con energía renovables hasta las alternativas rápidas vinculadas con economía circular y sostenibilidad corporativa, por ejemplo. Sin embargo, en cuanto a recursos naturales y energía, advertimos que vamos a transitar de una dependencia en el carbón, gas y petróleo, hacia una dependencia de las tierras raras y el litio, por ejemplo. Esto está vinculado directamente con la digitalización ya que a su vez este tránsito implica un despliegue energético mayor, con tecnologías de energía renovable interdependiente a instrumentos digitales.
Explícanos un poco, ¿Qué son las tierras raras y el litio y qué importancia tienen en este proceso que mencionas?
El término «tierra” no es más que un vocablo arcaico que hace referencia a algo que se puede disolver en ácido. En otras palabras, «tierra» es una denominación antigua que se le daba a los óxidos de los minerales. Y se le llama “raras” porque siempre se les encuentra asociadas con otros minerales, casi nunca en estado puro. Son 17 elementos químicos metálicos que se encuentran en la Corteza Terrestre y se usan, fundamentalmente, para la fabricación de productos que desarrollan las nuevas tecnologías. De manera que para extraerlas hay que hacer un proceso de minado. Se debe hacer una extracción minera. Ya se está produciendo de manera significativa desde hace algunos años atrás y ya existe un país productor líder que es China. Sin embargo, estas tierras raras existen en diferentes partes del mundo. Lo hay en abundancia en Africa, América, Asia incluso aquí en Europa. Pero se necesita desarrollar una estrategia de exploración y puesta en marcha del yacimiento minero. Y ello, por supuesto, implica un cuidado Ambiental y Social que muchas veces detiene estos proyectos. Ciertamente estos minerales son importantes, debido a ser la materia prima fundamental para casi todos los aparatos digitales y tecnológicos que necesitamos en nuestro día a día.
Dices que China tiene el liderazgo y que pasaremos a ser dependientes de ellos, esto implica algún tipo de cambio en la geopolítica del poder económico, ¿de los países productores de gas y petróleo a aquellos que son ricos en tierras raras y litio?
Así es. Eso veremos en algunos años. Por ello no es extraño que las más grandes empresas petroleras estén buscando emprendimientos y carteras de diversificación en negocios mineros como éste, por ejemplo. Arabia Saudita y algunos otros países árabes, ricos en petróleo ya están diversificando sus actividades e ingresando al sector minero, también. Más allá de los minerales tradicionales como cobre o hierro para las construcciones de infraestructura o metales preciosos como oro, plata y diamantes, están buscando tierras raras y litio. Otras empresas están girando hacia las energías renovables. Aquí en España, Repsol es una de ellas. Pero es cierto. China tendrá, cada vez más, un rol protagónico en la economía global. América Latina con Argentina, Bolivia y Chile (y algo de Peru) tienen la reserva de litio más grande del mundo. Allí ya se está formando una especie de OPEP minera. Vamos a ver estos años como se configura este nuevo orden geopolítico. Los últimos desencuentros entre China y Estados Unidos han sido provocados fundamentalmente por este liderazgo en estos recursos naturales.
¿Cómo se vinculan estos recursos naturales minerales que mencionas con el Impacto Ambiental? ¿Son tan perjudiciales como el gas, el carbón y petróleo? ¿Aportan a la sostenibilidad del planeta?
Aquí hay un asunto muy discutible entre los técnicos. Nadie niega el nivel de presión que ejerce el dióxido de carbono y el metano sobre el planeta, que son gases de efecto invernadero que provienen principalmente del carbón, petróleo y gas. Sin embargo, hay quienes afirman que, la extracción de este tipo de tierras raras, traen consigo potenciales daños irreversibles a los ecosistemas naturales y a las personas de los alrededores de estos yacimientos mineros. Pero también es cierto que las empresas operadoras o el Estado que los promueva, están obligadas a desarrollar estudios de Impacto Ambiental y programas de contingencia de daños al ambiente que los blinda a este tipo de riesgos. Son operaciones, algunas a cielo abierto y otras de minado subterráneo. Pero nadie niega que haya un impacto. Sin embargo, nunca está comparado este impacto con el que desarrollan la industria del carbón, gas y petróleo. Por otro lado, ocurre algo imprescindible. Se necesita este proceso para la transición energética. Paradójicamente, para cambiar el modelo energético y generar energía renovable para la transición hacia un futuro con bajas emisiones de carbono; las tecnologías energéticas dependen en gran medida de la extracción de estas materias materias primas.
Mencionaste los 17 elementos de las tierras raras y también al litio. ¿Este litio es otra tierra rara o es otro mineral y para que se utiliza? ¿Lo tenemos en Europa?
El litio es un mineral que se conoce como el oro blanco, abunda en los salares. Y es el principal insumo para las baterías de litio, las cuales son de vital importancia tanto para la automoción, computadoras y móviles; así como para los acumuladores de energía, en las plantas fotovoltaicas y campos eólicos. Y no es parte de los 17 elementos de las tierras raras. También se necesita cobalto, que es otro mineral para esta fabricación de batería, principalmente. Actualmente, el Congo produce más de la mitad de Cobalto y Australia es el mayor productor de litio. Pero como te mencioné, América Latina podría proveer casi el 80% de litio a los fabricantes de baterías, principalmente. Europa, hasta donde se sabe, no tiene litio de manera importante, aunque si tiene algunos interesantes yacimientos de tierras raras. España, por ejemplo, tiene un importante Proyecto de tierra rara que aun no se explota y que podría generar más del 30% de lo que necesita Europa para el desarrollo de su industria de baterías. La Unión Europea declaró a las tierras raras como un objetivo prioritario hace algunos años. Por ello aprobó el 2013 la iniciativa de las materias primas para reducir su dependencia de sustancias minerales fundamentales para el crecimiento de la Eurozona. Ha habido un esfuerzo interesante desde Europa para investigar y desarrollar en ello. EURARE fue un proyecto financiado por la Comisión Europea para el «Desarrollo de un esquema de explotación sostenible para los depósitos de mineral de tierras raras de Europa“. Y en cuanto a España, específicamente, hay un proyecto importante denominado Matamulas. Con el proyecto Matamulas se espera una producción de 2.100 toneladas al año. ¿Qué significa ello en términos de productividad? Según estimaciones, si este proyecto se desarrollara, más de un 33% de lo que necesita Europa al año, para el desarrollo de su industria de baterías estaría cubierto. Permitirían construir la fabricación de alrededor de 350.000 coches híbridos o 10.000 generadores eólicos, aproximadamente
¿También China tiene el liderazgo en este recurso natural no renovable? ¿Qué riesgos encierra ello?
El factor de poder de China en este caso del litio no lo es tanto por el recurso natural. Son terceros actualmente en producción, después de Australia y Chile. Sin embargo, también es cierto que tienen acceso a gran parte de esta materia prima en otros países y siguen investigando dentro de su vasto territorio. Pero, su principal poder de negociación es que China es el principal fabricante de baterías. Esa es la preocupación de EEUU y Europa, principalmente. Esa batalla industrial por las baterías está dominada por China, quienes concentran más del 70% de la producción y una parte aún mayor del mercado, si se considera que detrás de fabricantes estadounidenses y europeos, en realidad, hay capitales chinos. Este es un proceso de liderazgo, altamente integrado en la cadena de suministros.
En cuanto al tema energético, ¿qué se espera del despliegue de la industria de energía renovable.? ¿Veremos ya un desarrollo total y global de esta tecnología? ¿Cómo se está desarrollando este despliegue?
Ya no hay vuelta atrás. Lo que viene de aquí para adelante es un despliegue casi total en energías renovables. Es cierto que la salida aun va a ser lenta estos años, pero la comunidad técnica, financiera y política tiene bastante claro el norte de inversiones en energía. Las eólicas, fotovoltaicas, marítimas y geotérmicas, aunadas al hidrogeno verde serán las que dominen la industria y el consumo. Y esto no es dentro de 10 años. Ya lo es hoy. Es cierto que existe mucha infraestructura e inversiones sobre la base de carbón, petróleo y gas, que hace que se haga lenta la transición, pero ya lo es menos. Aquí hay un gran desafío para algunos países productores y dependientes de energía no renovable, como lo son los países árabes, Rusia, Polonia, Australia, el propio Noruega e incluso EEUU. Allí está el gran problema. Su tránsito es inevitable, pero también la resistencia es muy fuerte
Actualmente, por ejemplo, tenemos una convergencia indiscutible entre la emergencia climática, la emergencia sanitaria y la necesidad de un nuevo modelo energético. Siempre trato de simplificar el asunto con los campos eólicos, por ejemplo. A fines del siglo 19 e inicios del siglo XX, una turbina aérea media mucho menos de 100 metros y te entregaba energía como máximo de 12 KW. Ya para los 90, del siglo pasado, aun median menos de 100 metros, pero la potencia llegaba a medio mega. Para el 2000 teníamos turbinas de 2 megas con algo mas de 100 metros de altura. El 2010, tenemos turbinas aéreas de 7 megas y 200 metros de altura. Ahora para el 2025 tendremos turbinas de 15 megas y 300 metros de altura. La tendencia es irreversible. Lo mismo ocurre con los paneles fotovoltaicos. LO que se espera estos años es un despliegue intenso. Pero es cierto, el programa de inversiones de este año ha recibido un impacto muy serio por la crisis del coronavirus. Pero se recuperará
¿Y cuál es la vinculación que existe entre las energías renovables con la digitalización? ¿Hay alguna relación?
Toda. Todo está vinculado. Aquí hay una estrecha relación entre sí. Al menos que no sea digital, no se va a poder navegar este Sistema de Energía Renovables, porque todo se mueve alrededor del mismo sitio y se tiene que balancear de manera automática. Además se tiene que acceder a valores medios constantemente para evaluar los cambios, ya que este es un Sistema intensivo de evaluación. Y ocurre en toda la cadena del proceso energético. El almacenamiento de energía, por ejemplo, lo exige. Mira los ejemplos en algunas de las viviendas que han instalado sistemas fotovoltaicos y te darás cuenta.
Sensores y chips energéticos por toda la casa y por habitación. Todo está conectado a través de 5G y la data además de estar conservada en los dispositivos también se suben a la nube. Hasta en tu termostato se puede poner programas de inteligencia artificial a través de sistemas de machine learning. Con estos se acaba incluso la necesidad de tener más ambientes físicos para gestionar la energía. Lo puedes hacer desde tu teléfono móvil. Tienes la capacidad de controlar topo, desde encender una bombilla eléctrica, comprar y vender electricidad hasta verificar todos los arreglos, porque, además, la capacidad de transacción es ubicable, dentro del control de cualquier dispositivo, a través de modelos de blockchain.
Si crees que es ciencia ficción mira la telefonía de hace 30 años, sin teléfonos móviles y mírala ahora con todo lo que puedes hacer desde cualquier parte del planeta. En concreto hay una interdependencia entre digitalización y energía renovable que exigirá mayores sistemas de suministro energético para las centrales de datos, por ejemplo.
Y en cuanto a los proyectos de inversión y la participación de las grandes administradoras de fondos institucionales como Blackrock y como los fondos soberanos de Noruega, por ejemplo, ¿cómo ven ellos este ingreso de las energías renovables al escenario global?
Todas ellas ya han llegado a la conclusión que esto es imprescindible e inevitable. Ya no es un asunto ideológico o ambientalista. Esto es negocio. Sus diversos manifiestos lo aclaran. Lo que pasa es que aun tienen intereses e inversiones muy altas en carbón, petróleo o gas que lo obliga a hacer lento la transición y están tratando de ganar un poco más de tiempo, para recuperar esa inversión y obtener más renta posible de las actuales infraestructuras. Además, aquí hay un problema de capacidad operativa también. Aun no hay un despliegue total para apagar la luz del gas, carbón y petróleo y encender las luces de los renovables. La infraestructura se está desplegando Y allí están los fondos de inversión, desarrollándolos. Pero es cierto, la pandemia también los ha tocado y se ha disminuido el programa de inversiones para este año.
¿Cual es tu perspectiva final futura vinculando recursos naturales con la gestión de la energía? ¿Y qué recomendaciones finales tienes al respecto?
Vemos una total y absoluta interdependencia e integración entre algunos recursos naturales como el lito y las tierras raras con el despliegue de energías renovables. El futuro digital necesita de litio y tierras raras y el petróleo, carbón y gas tienen su carta de defunción cantada. Está sobreviviendo lo más que puede. Esta en cuidados intensivos y con respirador artificial, mientras se despliega la infraestructura en renovables. Aunque parezca dura la metáfora, necesitamos que sobreviva, mientras tanto. Y tengo algunas recomendaciones finales-
Europa debe diversificar y descentralizar diversos procesos de facilitación exploratoria de tierras raras en distintos países de la Unión. El hecho de tener locaciones alternativas podría reducir las disrupciones e inseguridades de aprovisionamiento de estos importantes materiales. También tiene la opción de establecer alianzas de largo plazo con países productores como Argentina, Chile, Bolivia y Perú, en cuanto al litio. El asunto del Congo para el cobalto ya es más complicado.
Pero para ello, se necesita más estudios de factibilidad económica y mucha más investigación sobre diversas alternativas. No va a ser suficiente con desarrollar una estrategia agresiva de reindustrialización. Las ventajas irán por la capacidad de tener acceso a toda la cadena de suministros de manera segura y sostenible
Otro movimiento táctico es investigar la recuperación de tierras raras de la basura electrónica que ahora abunda. Para ello el plan de economía circular ayuda, pero su implementación sigue siendo lenta y desarticulada desde las naciones que forman parte de la Unión.