¿Por qué la búsqueda del Carbono Cero Neto implica extraer más minerales?

Es inevitable extraer más minerales, como el cobre, litio, cobalto y tierras raras para la transición ecológica. No hacerlo sacrificaría el despliegue de las energías renovables y frenaría el avance de la digitalización y los coches eléctricos. El desafío pasa por extraer, con el mayor cuidado ambiental y social, para entrar, en el próximo decenio, en las dinámicas de la economía circular

Por Miguel Castañeda Loayza

El desierto de Atacama que abarca el norte de Chile, pero llega al sur del Perú, contiene las más importantes reservas de litio en sus salares. Estas reservas la constituyen también los salares de Bolivia y algunos hallazgos también en Argentina. Perú tiene lito en las arcillas de algunas zonas de Puno . Estos países sudamericanos son los que dominan estos importantes recursos naturales para la digitalización y las baterías eléctricas. Es cierto que recién inician su despliegue.

La población mundial, en especial aquellos que están en contra de la extracción de minerales, debe aceptar una mayor actividad minera, si queremos que el mundo transite hacia la electrificación del transporte y las energías renovables, por ejemplo. Existen los minerales estratégicos del futuro , los cuales, además, están en cada uno de teléfonos móviles, ordenadores portátiles y todo tipo de procesadores.

Para los expertos en recursos naturales el suministro actual de varios metales y minerales, imprescindibles para la transición ecológica, no puede respaldar una economía global que produzca cero emisiones netas de carbono. Si queremos ser carbono cero, para estos analistas, las tasas de extracción deben aumentarse.

Es cierto que esta es una medida transitoria, pero urgente, debido a que la reutilización y circularidad a gran escala, recién podrá satisfacer la demanda de productos básicos, claves como las tierras raras, el litio y cobalto, cuando más se haya implementado la transición digital. Por ahora se necesita minar mucho más y más rápido.

Sin embargo, las nuevas iniciativas mineras, en especial en estos países nombrados,  de manera recurrente, encuentran resistencia, debido a los potenciales impactos negativos que pueden tener en el medio ambiente en general y en la salud, en particular. Algunas operaciones extractivas han provocado serias crisis sociales que han culminado en tragedias humanas. Lo que las vincula mucho más con aspectos más sensibles como derechos humanos. Este es, talvez, desde hace muchos atrás, el principal desafío de países como Perú, Argentina, Bolivia y Chile.

A través de un último artículo de la BBC de Londres, el profesor Richard Herrington y sus colegas creen que es necesario entablar una conversación urgente sobre dónde y cómo se practica la inevitable nueva extracción.

«El público no está en este espacio en este momento; no creo que comprendan todavía todas las implicaciones de la revolución verde», dijo a la BBC el director de ciencias de la Tierra del Museo de Historia Natural de Londres.

«Probablemente solo estamos hablando de un aumento a corto plazo en la minería, pero tenemos que trabajar rápido, porque sabemos que si no cortamos el dióxido de carbono ahora, será un problema en el futuro».

Los gobiernos de todo el mundo están ocupados estableciendo objetivos para transformar sus economías para que ya no contribuyan con gases de calentamiento a la atmósfera o, más correctamente, tengan una contribución neta cero. Esto significará eliminar gradualmente el motor de combustión interna y aumentar drásticamente las tecnologías de energía renovable, como la eólica y la solar.

En el mismo artículo de la BBC manifiestan que el Reino Unido, por ejemplo, quiere que todos los coches nuevos sean eléctricos a partir de 2030. Pero cambiar los 31,5 millones de vehículos de gasolina y diésel de Gran Bretaña a una flota de baterías eléctricas requeriría unas 207.900 toneladas de cobalto, 264.600 toneladas de carbonato de litio, 7.200 toneladas. de neodimio y disprosio, y 2.362.500 toneladas de cobre.

Esto equivale al doble de la producción mundial anual actual de cobalto (utilizado en electrodos de batería), la producción mundial de neodimio (para fabricar imanes de motores eléctricos) de todo un año y las tres cuartas partes de la producción mundial de litio (electrolito de batería).

Reemplazar, entonces, los 1.400 millones de vehículos con motor de combustión interna estimados en todo el mundo necesitaría 40 veces estas cantidades, y eso es antes de que se consideren los requisitos de metales y minerales de todas las turbinas eólicas y parques solares. El desafío de extracción es enorme.

Pero, ¿se puede circular el metal que existe en el mercado? «Creo que para el 2035, habremos seleccionado una buena fuente de metal reciclado; mientras tanto, necesitaremos continuar con la minería. Pero, con suerte, para el 2050, habríamos construido una economía verdaderamente circular para que la mayoría, si no todo, de lo que se necesita, pueda provenir de metales que ya hemos extraído y que ya se están utilizando en productos y tecnologías «, dice el profesor Herrington.

Entonces, ¿cómo se debe hacer el aumento de la minería? ¿Y dónde debería hacerse? ¿Hay riesgos de escasez de minerales?

Estas no son preguntas fáciles. Considere el escándalo actual sobre la extensión de la minería al lecho marino . Algunas compañías automotrices dicen que no aceptarán ningún producto del océano debido al daño que esto podría causar al medio marino. Por el momento, los metales y minerales a menudo se obtienen en países que no son los principales consumidores de esos productos básicos.

Los ejemplos incluyen grafito. Dos tercios de la producción anual mundial total proviene de minas en China. Una proporción similar del cobalto del mundo proviene de la República Democrática del Congo.

El grupo del profesor Herrington cree que los países europeos pueden desear realizar la minería necesaria más cerca de casa. Esto al menos les daría una mayor seguridad de suministro y control sobre aquellos aspectos (residuos, explotación de trabajadores, etc.) de la industria de extracción global que con demasiada frecuencia han empañado su reputación.

Andrew Bloodworth, del Servicio Geológico Británico, dijo que estaba de acuerdo con el análisis del profesor Herrington. «Quizás el gran problema son los tiempos de entrega», comentó. «Se necesita una década o más desde que se encuentra el material hasta que realmente se extrae el material.

«La otra cosa que es realmente crucial es que no se trata solo de minas; es toda la cadena de suministro. Por lo tanto, incluso una vez que haya extraído su litio, todavía tiene que pasar por todo el refinamiento, todos los tratamientos químicos , para llegar al punto en el que se están fabricando baterías «, le dijo a BBC News.

Como conclusión, la extracción de minerales estratégicos para la transición ecológica y la digitalización son una necesidad impostergable. Lo saben muy bien los países industrializados que compiten por esta autonomía digital y energética. Europa, China y EEUU tienen sus propios planes y cada uno de estos grandes operadores vienen desarrollando sus propias estrategias para no quedar atrás. América Latina, Africa y el Sudeste Asiático tienen un rol importante que jugar.

 
 Parte de este artículo está tomado de una publicación de Jonathan Amos en la BBC que se ha basado en el análisis del profesor Herrington, publicado en la revista Nature Reviews Materials. Es el primero de una serie de artículos que él y sus colegas están escribiendo en una conferencia sobre minería celebrada en el NHM en diciembre.
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